Del resto de la semana, no quiero que queden en el pasillo de la memoria con la luz apagada estas tres cosas:
1. Incendios. Me había hablado intensamente Marta de la obra de teatro de Wajdi Mouawad y no había alcanzado a verla. En cuanto vi la película con el mismo nombre y verifique que se trataba de la misma historia, corrí a verla. Aun consciente de que no es lo mismo el teatro que el cine. me preparé para la crudeza del relato. Cuando se encendieron las luces de la sala, mi hermana dijo “es una tragedia griega”, y esa frase me devolvió a la realidad y me hizo acomodar todo lo que acababa de ver. Me alegré de no a ver ido sola al cine.
2. Mientras pensaba el domingo por la mañana en qué quedaba de la semana, me llegó un mensaje de la publicación en el blog de nubes de mi hermano, con una foto acompañada de la habitual explicación científica: rayos crepusculares con estela de avión, que no consigo aprehender porque el espectáculo de las arreboladas nubes atrapa todos mis sentidos.
3. Collage Huelva. Toda mi vida he querido hacer collage. Quizá porque mi hermana, Rosa, de niña me dio tijeras y revistas para que recortara, o porque en esa amalgama encuentro un sentido profundo de lo inaprensible. Y Eduardo me dijo un día: pues hazlos, con esa característica de los mexicanos de que lo que uno desea no está fuera del alcance de sus manos.
Así que con los restos del viaje a Huelva de octubre pasado comencé a practicar. Recorté y acomodé, era tal el orden casi geométrico que tenían las composiciones que me daba una mezcla de desesperación y risa. Hacía y deshacía buscando el caos. Fotografiando cada intento para tener una idea de la evolución, nada, puro orden. Cuando iba a tirar todo el material sobrante, acumulado en la mesa, vi que era justo lo que deseaba hacer. Y antes de vaciarlo en la papelera lo inmortalicé aquí.
1. Incendios. Me había hablado intensamente Marta de la obra de teatro de Wajdi Mouawad y no había alcanzado a verla. En cuanto vi la película con el mismo nombre y verifique que se trataba de la misma historia, corrí a verla. Aun consciente de que no es lo mismo el teatro que el cine. me preparé para la crudeza del relato. Cuando se encendieron las luces de la sala, mi hermana dijo “es una tragedia griega”, y esa frase me devolvió a la realidad y me hizo acomodar todo lo que acababa de ver. Me alegré de no a ver ido sola al cine.
2. Mientras pensaba el domingo por la mañana en qué quedaba de la semana, me llegó un mensaje de la publicación en el blog de nubes de mi hermano, con una foto acompañada de la habitual explicación científica: rayos crepusculares con estela de avión, que no consigo aprehender porque el espectáculo de las arreboladas nubes atrapa todos mis sentidos.
3. Collage Huelva. Toda mi vida he querido hacer collage. Quizá porque mi hermana, Rosa, de niña me dio tijeras y revistas para que recortara, o porque en esa amalgama encuentro un sentido profundo de lo inaprensible. Y Eduardo me dijo un día: pues hazlos, con esa característica de los mexicanos de que lo que uno desea no está fuera del alcance de sus manos.Así que con los restos del viaje a Huelva de octubre pasado comencé a practicar. Recorté y acomodé, era tal el orden casi geométrico que tenían las composiciones que me daba una mezcla de desesperación y risa. Hacía y deshacía buscando el caos. Fotografiando cada intento para tener una idea de la evolución, nada, puro orden. Cuando iba a tirar todo el material sobrante, acumulado en la mesa, vi que era justo lo que deseaba hacer. Y antes de vaciarlo en la papelera lo inmortalicé aquí.
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