Mosaico de la semana

Escribo desde un resfriado, con una bufanda atada al cuello, con las cucharadas de homeopatía sonando a cada hora, y repasando los apuntes y las fotografías de la semana, caminando por los estrechos pasillos de la memoria, curioseando y actualizando la agenda del pasado. Y no sé si extenderme en detalles o hacer un mosaico de la semana.
Va el mosaico:
NARCO: Tengo pendiente hablar del narco y de la violencia del narco, para que se entienda en España diré que es un problema similar al terrorismo de ETA, fuera todos piensan que el terrorismo contamina cada centímetro de lo cotidiano y dentro ni te acuerdas de él, salvo cuando estalla cerca del corazón.
GOMINA: Una característica de este país es la gomina en el pelo, hombres y mujeres viven bajo una capa de gomina que hace que no se mueva ni un pelo, el caso es que el otro día caí en la tentación ante un gelatinoso bote de gomina a mi alcance y embadurné mi caos habitual, el efecto lo fui notando poco a poco dejé de pensar en los problemas del mundo.
GALLEGO: Pasé por la casa de Galicia, una de las varias que hay en el DF, me contaron, y me dejé llevar como ratón por la música de una gaita, un amable gallego, se ofreció a enseñarme los suntuosas estancias de enormes lámparas de lágrimas y vidrieras y mármoles. Fue bonito encontrar un español orgulloso allende sus fronteras.
RECONCILIACIÓN: Solo me falta decir que me reconcilié con Elsa Cross, era la madre de Cecilia, la hija de Alejandro… tenía yo un pleito de esos que uno va forjando en torno a los otros, y decidí ir a escuchar su poesía y sobre su poesía, y deshice juicios y prejuicios.
DESIERTO: llego a San Luis y me impresiona una vez más la mil y una caras del paisaje del desierto, es toda la película que necesito para aligerar las cinco horas del trayecto, los pensamientos se acentúan con la negrura que va engullendo los colores del atardecer.
DÍAS: Unos siento que todo es profundo y otros siento que todo da igual.

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