Ya dije que reflexioné sobre la amistad, no solo esta semana sino una y otra vez, acá en la distancia. Construí esta imagen: la amistad en un barco sólido, al que no solo puedes subirte cuando la mar pierde su calma sino al que además puedes invitar a subir a los nuevos amigos, que van haciendo más sólido y estable el barco. Esto es para mí la amistad.
Y siento que aquí en México ni se acerca a esa imagen la amistad, no veo barcos en el horizonte cuando la mar se encrespa o cuando cae la noche. No descarto la posibilidad de que sea yo quien no sepa ver sus luces.
Y siento que aquí en México ni se acerca a esa imagen la amistad, no veo barcos en el horizonte cuando la mar se encrespa o cuando cae la noche. No descarto la posibilidad de que sea yo quien no sepa ver sus luces.
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Para que yo sepa que al otro lado hay alguien