Año 2011

Esta semana cambió el año, como no había estado muy festiva, no me había hecho a la idea del estreno. Fui consciente cuando escuché “me gustan los años impares”, lo oí pronunciar y lo repetí: “dosmilonce”, comenzó a tomar protagonismo. Comenzó a elevarse como lo hicieron los blancos globos aerostáticos de papel de china que lanzamos llenos de fuego y de buenos deseos para el año nuevo, fueron empequeñeciéndose hasta desaparecer en el cielo estrellado rumbo a Casiopea. Y sentí la ilusión de aquello que se estrena: 2011, repetí.

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