Una historia de la imaginación

No he hablado todavía y lo comencé la semana pasada del curso en la ECH, “Pérdida, duelo y consuelo”. Lo imparte Alejandro Gándara, cualquiera que me conozca un poco sabrá que lo considero un maestro, es decir, “aquel capaz de enseñar algo de la vida”, se cuentan con los dedos de una mano.
Pensé que se trataría de un curso más literario, y no, camina por sendas alternativas. Tuvimos que leer el capítulo cinco “El Alma del Mundo” de “El fuego secreto de los filósofos” de Patrick Harper. Al acabarlo me fui al inicio, sentía que me habían invitado al postre pero me faltaban los primeros platos. El subtítulo “Una historia de la imaginación” encierra la esencia del libro. Trata de tocar temas no palpables, desconocidos, desde una perspectiva esencialmente no racional, recorriendo caminos de la filosofía, de la poesía y otros alternativos.

Y la portada presenta uno de esos dibujos de Arcimboldo que tan inquietantes me han resultado siempre, porque contiene una dualidad: es y no es lo que representa.

La dualidad de la que habla este poema de William Blake (pág.92)

Estas oscuras ventanas del alma de la vida
desvirtúan los cielos de extremo a extremo
y te llevan a creer una mentira
cuando miras con los ojos y no a través de ellos.

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