Cuatro amigas y dos amaneceres

Además tuve tiempo para la amistad. Para hablar con Gema en México, por fin coincidieron el miércoles nuestros horarios, desfasados siete horas. El viernes fui hasta Aluche para estar con Inés. El "hasta" quiere decir que para alguien que vive en el centro Aluche está muy lejos. Nada comparado con las distancias del DF, pero en España vivimos en otra escala. Coincidieron también nuestros horarios y nos juntamos para ver cómo será la página web de la tertulia 90 lagartos, nuestra tertulia, que ella va a construir. El sábado se acercó Tencha a casa, Tencha mexicana en Madrid, para contarme su opinión del libro que le pedí que leyera. ¡Qué grato escucharla! Y el domingo pasé por casa de Ángeles Franco (Argüelles) para recoger el próximo libro que hay que leer para la tertulia: "No es lo mismo ostentoso que ostentóreo. La azarosa vida de las palabras" J.A Pascual. Lo compartimos. Inevitable charlar un rato largo.

 

Estas dos fotos, amaneceres en Plaza Castilla, distan entre sí seis días y tres minutos, alrededor de las ocho y media. Se puede ver como crecen los días y se acortan las noches en enero.  
(cont.)
Entre un mal dormir aparecieron pensamientos que completaban esta entrada: a mí alrededor, de Aluche a Argüelles, dos historias, dos mujeres en Madrid, dos casas tan diferentes.

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