¿Conceptos o sombras?

Hubo una comida y sobremesa que duró ocho horas, en torno al vino y al tequila, sin humo pues nadie fumaba, Nuria, Néstor, Eduardo y yo. Ocho horas son una jornada laboral, pensé al acostarme. No estaba cansada, solo un poco desbordada. Digamos que se habló principalmente de arte y de filosofía. Adopté un papel silencioso, escuchaba su conversación y mi runrún interior, dándome cuenta de que realmente no creo en nada, o no creo en las interminables horas de conversación, o en la capacidad del ser humano de crear conceptos y palabras y discutirlos. Fue interesante estar, pero intentaré que no me vuelva a suceder. Prefiero contemplar estas sombras:

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para que yo sepa que al otro lado hay alguien