Flores para María

Caí en la cuenta de que se trataba de una mutilación cuando la cirujana me dijo que la operación había salido bien, el pecho izquierdo y los ganglios fuera. Había pasado el tiempo en la sala de espera, más pendiente de los otros, de sus gestos, de sus pequeños dramas que de las páginas del libro. Poco a poco fue llegando la familia, Adolfo, la madre de María, Ángeles, Luisa. Pensé que en estos momentos todos mostramos una determinada personalidad, algo así como la media entre lo que somos, lo que queremos ser y lo que queremos que los demás vean. Decidí irme, antes de que fuéramos multitud en torno a María. Tomé un autobús, un largo rodeo antes de llegar a casa, mi atención ahora sí se concentró en el libro, casi al final encontré la frase que le da título "El tiempo debe esperar"... y ajena a mis costumbres entré, en un lugarcito cercano a casa, a tomarme una torta mexicana acompañada de una negra modelo. Al salir el cielo parecía realmente azul, por el contraste de las nubes algodonosas como las de San Luis, la misma calle León parecía una réplica de aquellas anchas calles, paladeaba la torta y las últimas páginas del libro, llegué a casa sin ganas de disciplina y tomé el cuaderno azul, el rotulador azul para escribir estas líneas, mientras sentía que esa pequeña incursión en el local sinaloense había detenido el tiempo, como si el mandato del libro se hubiera cumplido.

El lunes fue mi primer día del nuevo trabajo, hice una transición suave al nuevo horario haciendo que todo siguiera igual, fui a mi clase de yoga a la hora de comer. Después vi la película pendiente: "Reflejos en un ojo dorado" la alquilé porque está basada en la novela homónima de Carson McCullers  de lo que sólo recordaba una buenísima impresión, y además dirigida por John Huston. Protagonistas de lujo. Destaco de la película un personaje secundario, el filipino Anacleto, criado de Alison, ambos componen un contrapunto que amarra con cuerdas la perfección de la obra. Buceando en internet dejo estos enlaces para quien se le haya abierto el apetito:
Y no puedo cerrar la semana sin citar la grandeza de Orson Welles, el sábado en La noche temática (Tve2) pusieron el documental: El genio creador. Dime si puedes resistir su mirada y abandonar la butaca. 

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