Microblog, sí claro

Quizá ha sido por la presencia de Pilar en casa y su interés por el resultado de las Elecciones Autonómicas Catalanas, lo que me ha llevado a la reflexión de hoy. Nos sentamos las tres frente al televisor y zapeamos en busca del formato periodístico que más nos placiera. Aunque enseguida quedaron de manifiesto nuestros diversos gustos. Era interesante la opinión de Pilar, pues sus ojos no solo de extranjera sino de periodista, de cargo en la UNESCO, aportan una amplitud a nuestros puntos de vista locales y mediatizados por el entorno. Luego hubo intercambio de enlaces a artículos en la red: incluyo dos que creo que pintan bien el cuadro de lo que somos los españoles. Tanto en lo público: 47 no es 50, como en lo privado: Conmigo o contra mí.
La reflexión es acerca del contenido de este blog, esa mirada íntima a mi ombligo, a mis andares, a mi mirada, a mi devenir semanal, un intenso solipsismo. Si algún día alguien me pregunta porque no aparecen temas como el drama de los refugiados sirios huyendo de la guerra, por las pateras que naufragan en masa en los mares para llegar a la esperanzaeuropea, por cualquiera de los dramas humanos que tapizan las portadas de la prensa, de la televisión, etc. Si alguien me pregunta, no reivindicaré mi comodidad de sillón en la que me instalo cada día para asomarme al mundo, no, por supuesto, no, simplemente diré que mi tema soy yo, no me veo hablando de otros temas. Pero es un hecho que quiero constatar, la presencia de Pilar en casa esta semana ha abierto ventanas al mundo más allá de los telediarios.
Acompaño con la fotografía de dos poemas de Alejandro que aparecieron en el envés del papel de sucio que utilizo cada día mientras estudio, y que ahora repasando las fotos de la semana siento que cuadran perfectamente y cierran mis palabras de hoy.

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